En la medicina andalusí siempre se seguían tres pasos para tratar cualquier enfermedad: primero se cambiaba la dieta para resolver el problema (dietética), si eso no funcionaba se recurrían a las medicinas (farmacología) y si nada daba resultado se recurría a la opción más arriesgada, una operación (cirugía).
Estos tres pasos no se alejan demasiado de nuestro modo de actuar en medicina, nuestra ventaja es que con la tecnología actual podemos conocer cuál es exactamente el problema e ir directamente a uno de estos tres pasos, pero las prioridades eran muy parecidas.
Nosotros vamos a prestar atención a la dietética para recoger algunos de los alimentos que los médicos andalusíes recomendaban para tener una mejor salud. En líneas generales, la dietética árabe puede ser considerada como la ciencia del equilibrio, uniendo los conceptos de itidal (simetría) y muuiajiq (lo conveniente en cada situación).
La unión de ambos origina la sibba (la salud). Por eso, si te subía la temperatura recomendaban algo frío, si tenías frío, algo caliente, una mala digestión lo resolvía un buen digestivo. Siempre buscaban reestablecer el equilibrio en el cuerpo.
Para el médico Ibn Jaldun “las
enfermedades están más extendidas entre los ciudadanos que comen demasiado y
cocinan sus alimentos con muchas especias, hortalizas y frutas. Todas estas
mezclas no son buenas para el estómago. Además, la atmósfera de las ciudades
está llena de vapores nocivos y sus habitantes tampoco hacen mucho ejercicio”.
No se aleja demasiado de las recomendaciones actuales de una vida sana, donde debemos evitar pasarnos con especias o condimentos como la sal o hacer ejercicio. Además de los problemas de contaminación de nuestras ciudades actuales.
En cuanto a la carne, para los médicos andalusíes la más apreciada era la de gallina. Averroes la pone por encima de todos los tipos de carnes. A los sesos de las aves se les atribuye la virtud de agudizar la memoria e inteligencia. Las albóndigas eran uno de los platos más populares y vendidos en los zocos. Se las consideraba “muy alimenticias, de rápida digestión, fortificantes, excelentes para las personas flacas, los ancianos y los estómagos débiles”. Efectivamente, las albóndigas son más fáciles de digerir al ser carne picada.
En cuanto al pescado, era muy común tomarlo frito pero las normas dietéticas no lo consideraban muy recomendable. Los médicos andalusíes aconsejaban que el pescado se tomara guisado, cocido con aceite, vinagre y jengibre. Del mismo modo pasaba con los huevos, mejor era tomarlos pasados por agua porque fritos “son dañinos y engordan”.
Y, por último, sobre las frutas, médicos como Avenzoar o el citado Averroes, defienden que las mejores son los higos y las uvas y cuanto más maduras mejor. La ciencia actual ha demostrado que estas frutas son de las que más glúcidos tienen. Y hablando de productos dulces, la miel era un producto muy preciado en Al-Ándalus, siempre presente en su repostería.
Esto son solo algunos de los ejemplos de las recomendaciones que los expertos andalusíes daban para llevar una vida sana. La medicina fue uno de los campos que más avanzó en Al-Ándalus y muchos de los avances en esta ciencia no pudieron haber ocurrido sin el trabajo de estos grandes pensadores. Hemos hablado de dietética, pero también os animamos a buscar información sobre los avances que el médico Albucasis hizo en cirugía, quién vivió en Medina Azahara. Muchos de sus descubrimientos se siguen aplicando en nuestros días.
Bibliografía:
Moreno Toral, Esteban. "La farmacia andalusí: grandes innovaciones para una profesión." Revista de estudios andaluces, 23, 2001, pp. 151-166 .
García Sánchez, E. "Aspectos dietéticos de la alimentación en Al-Andalus" Historia y Cultura del Islam español (Curso de Conferencias 1986-7) , 1988, pp. 43-65.